Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en apoyo a Lula
La indignante manipulación de la lucha contra la corrupción, tiene el propósito de desacreditar y criminalizar a Lula da Silva, un líder emblemático de Nuestra América
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza el ataque contra la Constitución y la democracia en Brasil, que ha convertido al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, líder histórico del Partido de los Trabajadores, así como al gobierno que encabeza la presidenta Dilma Rousseff, en blancos de acciones judiciales y parlamentarias, injustificables y desproporcionadas.
La indignante manipulación de la lucha contra la corrupción, tiene el propósito de desacreditar y criminalizar a un líder emblemático de Nuestra América, descalificar a una de las organizaciones políticas más combativas de la región, derrocar al gobierno legítimo de la presidenta Dilma Rousseff y liquidar al proceso progresista regional.
La conducción coercitiva de Lula y el intento de golpe parlamentario contra Dilma han levantado una ola de repudio en su país, desde el Gobierno y sus aliados, hasta organizaciones populares, sindicatos y movimientos sociales, que han salido a las calles de decenas de ciudades en todo Brasil. A la vez, se multiplican las expresiones de rechazo en numerosos países latinoamericanos y caribeños.
Con estos métodos sucios, sectores de los aparatos policiales, legislativos y judiciales de algunos Estados de nuestra región, en estrecha alianza con grupos transnacionales de la comunicación, las oligarquías y el imperialismo, pretenden imponer por la fuerza a los pueblos lo que no han sido capaces de ganar en las urnas.
Los compañeros Lula y Dilma Rousseff han demostrado una valentía y determinación admirables al enfrentar esta arremetida en su contra.
El Gobierno de la República de Cuba no tiene duda de que la verdad se abrirá paso y que el pueblo trabajador de Brasil cerrará filas en su defensa, así como en la salvaguarda de los avances políticos y sociales logrados por los gobiernos del Partido de los Trabajadores.
La Habana, 6 de marzo de 2016