Por: Janeslei Aparecida Albuquerque
Secretaria Nacional de Relaciones con los Movimientos Sociales (CUT)

Vamos a la calle este viernes, en todo Brasil, en defensa de los derechos sociales, de la democracia y contra el golpe. En el momento en que la joven democracia brasilera sufre diversos ataques, la CUT, los movimientos y los luchadores y luchadoras sociales no pueden dejar de cumplir su papel histórico de manifestarse, tomar posición y apuntar los caminos para el país.

Es esto lo que está en juego. ¿Qué rumbo va a tomar el país? ¿El de la profundización de las transformaciones sociales y la democracia, iniciado en 2003, con un sentido de superación de las ultrajantes desigualdades sociales, defendido por nosotros; o el de la reafirmación de privilegios, del autoritarismo, de la injusticia y de los ataques a los derechos y conquistas de la clase trabajadora?

Son justamente las respuestas a esas preguntas las que faltan entre los manifestantes del último domingo. Está claro que repudiamos la corrupción, una práctica que nos asola desde la colonización. Defendemos la comprobación de los hechos y el castigo a los culpables, mas también el cumplimiento de la ley, del proceso legal y el derecho a la defensa, los cuales vienen siendo cercenados diariamente, especialmente por las familias que controlan las empresas de comunicación y eligen a quién condenar y a quién proteger, independientemente de la falta de pruebas o de la abundancia de las mismas, sólo de acuerdo a sus intereses.

La perplejidad por las sucesivas afrontas a la democracia y la Constitución por parte del Poder Judicial y del Parlamento no nos paraliza, por el contrario, nos indigna y hace ir al frente. La denuncia de los agentes del golpe, de sus métodos e intereses hace parte de nuestra lucha. El enfrentamiento al odio y la intolerancia de aquellos que intentan intimidarnos, también.

Aprendimos con la historia que nuestra fuerza no está en el poder económico, en el control de los medios de comunicación ni en las instituciones del Estado, como hemos visto diariamente. Esos son los instrumentos de nuestros adversarios, de aquellos que protegen un Brasil para pocos, en detrimento de la mayoría del pueblo.

Nuestra fuerza está en el país que osamos soñar y construir. Está en la certeza de que no nos interesa un futuro en que nuestro pueblo no tenga vida digna, derecho a la tierra, al trabajo y a la ciudadanía. Tampoco nos interesa un futuro que repita al pasado, en el cual las crisis económicas producidas por los más ricos son pagadas por los trabajadores y trabajadoras.

Nuestra fuerza es tan grande cuanto mayor sea nuestra unidad e identidad en torno de ese sentido transformador. Los movimientos sociales y populares han comprendido la urgencia de eso y buscaron unificar sus luchas. El día 18 será un momento más para expresar esa fuerza, en defensa de la democracia y contra las tentativas de golpe.

Nuestras organizaciones y líderes están siendo atacados, vamos a la calle a enfrentar las tentativas de inviabilizar el mandato legítimo de la Presidenta Dilma y combatir la persecución al liderazgo histórico del ex-presidente Lula.

Vamos a la calle porque este golpe no es contra un gobierno o una persona, es contra nuestras conquistas, nuestra soberanía, nuestro futuro. ¡Vamos a la calle para decir que la historia no se repetirá de golpe una vez más!

Publicado en la página del Frente Brasil Popular: https://goo.gl/AuRcgl

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