Desde hace meses pudo advertirse que estaba en marcha una compleja operación política, orientada a socavar la imagen ética y el liderazgo del expresidente Lula, sincero y respetado amigo de Cuba, y figura cuyo prestigio internacional se multiplicó durante sus dos mandatos presidenciales, al cumplir su aspiración de garantizar “desayuno, almuerzo y comida” a todos los brasileños necesitados de ello, entre otras muchas realizaciones.

La derecha internacional y sus aliados internos en Brasil no perdonan que Lula haya concluido su segundo mandato con 87% de popularidad, y como símbolo internacional de la lucha contra el hambre y la pobreza. Tampoco admiten su liderazgo y prestigio entre las fuerzas de izquierda que integran el Foro de Sao Paulo y otros foros progresistas de América Latina y el Caribe.

La orden de “conducción coercitiva” del expresidente, en los marcos de la Operación Lava Jato, contrasta con su notoria disposición de facilitar a las autoridades judiciales los elementos requeridos por las mismas.
En estas complejas circunstancias, reiteramos a Lula, a su familia y al PT, así como a la compañera Clara Ant, la meridiana solidaridad de nuestro Partido y Pueblo.

Confiamos en que la verdad se impondrá y en que el pueblo honesto y noble de Brasil contribuirá a ello.

DEPARTAMENTO DE RELACIONES INTERNACIONALES PARTIDO COMUNISTA DE CUBA / COMITÉ CENTRAL