La falta de preocupación del presidente, el riesgo de guerra civil en Irak y las contradicciones de sus declaraciones sobre las medidas adoptadas para prevenir los efectos del Huracán Katrina aumentan las posibilidades de los demócratas en las elecciones legislativas de este año, cuando el congreso se renueva.

La falta de preocupación del presidente, el riesgo de guerra civil en Irak y las contradicciones de sus declaraciones sobre las medidas adoptadas para prevenir los efectos del Huracán Katrina aumentan las posibilidades de los demócratas en las elecciones legislativas de este año, cuando el congreso se renueva. El presidente Bush se encuentra en su más bajo nivel de popularidad desde el inicio de la guerra en Afganistán. Una moción de censura se está articulando en el Congreso.

Se acabó de divulgar la copia de una videoconferencia de Bush en la cual, en vísperas de la llegada del huracán, era alertado por técnicos del gobierno sobre las posibles consecuencias del mayor y peor de los huracanes, y en la que contesta que el gobierno estaba preparado para enfrentarlo no sólo durante la tormenta, sino también después. Cuando se produjo la catástrofe, con más de 1.300 muertos y miles de heridos, Bush declaró que la intensidad del fenómeno había sido mucho mayor que lo esperado y que el gobierno no estaba preparado para enfrentar un desastre de estas dimensiones.

Incluso sectores de su propio partido, el Republicano, se empiezan a distanciar para no perder votos en las elecciones que se acercan, y ya empiezan a hablar en la candidatura del senador Mc Caine para presidente en el 2008, aunque en el círculo cercano a Bush la actual secretaria de Estado, Condoleeza Rice, también ya se empieza a mover. Si viabiliza su candidatura podrá encontrar del otro lado nada menos que la demócrata Hillary Clinton. (Lea más en el artículo de Ralph Nader: Bush at the Tipping Point – A Lawless and Incompetent Leadershp”).

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