Tegucigalpa, 26 de junio de 2024 – En una conferencia de prensa reciente, diversas organizaciones sociales bolivianas alertaron sobre nuevos intentos de desestabilización política en el país. Estas denuncias reviven los oscuros recuerdos del golpe de Estado de 2019, el cual, según informes, contó con la participación activa de actores externos, incluyendo la embajada de Estados Unidos y los gobiernos de Argentina y Ecuador en aquel entonces.

El expresidente Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ha reiterado sus preocupaciones sobre las amenazas a la democracia boliviana. Morales acusa a sectores de la derecha boliviana y a potencias extranjeras de intentar nuevamente derrocar al gobierno democráticamente electo de Luis Arce. En este contexto, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, actual presidenta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ha condenado enérgicamente estos actos desestabilizadores y ha enfatizado el compromiso de la CELAC con la defensa de la democracia y la soberanía en la región​​.

El reciente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos corroboraron las violaciones sistemáticas de derechos humanos durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, torturas y violencia sexual, subrayando la necesidad de justicia y reparación para las víctimas​.

La situación en Bolivia refleja un patrón preocupante de intervenciones extranjeras en América Latina, donde intereses imperialistas buscan socavar gobiernos progresistas. La CELAC, bajo la dirección de Xiomara Castro, reitera su compromiso de fortalecer la unidad regional y promover un frente común contra cualquier forma de intervención externa.

Este llamado a la solidaridad latinoamericana es crucial para enfrentar las amenazas a la soberanía y asegurar que la democracia prevalezca en toda la región. La comunidad internacional debe mantenerse alerta y apoyar los esfuerzos para proteger la integridad democrática de Bolivia y de todos los países hermanos en América Latina.